Y, al igual que para el resto de nuestro cuerpo, depende de una correcta nutrición e hidratación para funcionar a toda máquina.
Sobre todo, en los periodos en que estamos obligados a realizar un esfuerzo intelectual intenso, como ocurre a los estudiantes en épocas de exámenes o a los empleados cuando tienen picos de trabajo, es especialmente importante aportar a nuestras neuronas los nutrientes adecuados que aumenten su rendimiento. También, aunque es una cuestión relacionada con la genética, mantener una nutrición adecuada es un factor que influye en el mantenimiento de nuestra salud cerebral. El cerebro precisa de diversas sustancias (vitaminas, minerales, ácidos grasos, y glucosa entre otros) para mantenerse activo, sano y en forma.