¿Qué es la listeriosis?
La listeriosis es una infección grave causada por la bacteria Listeria monocytogenes. Se trata de una enfermedad transmitida por los alimentos, que es relativamente poco frecuente pero grave, con tasas de mortalidad altas (entre el 10% y el 30%).
Las personas que contraen esta enfermedad pueden presentar los síntomas entre la primera y la cuarta semana de haber comido alimentos contaminados con la bacteria listeria monocytógenes, incluso pueden aparecer el primer día de haber consumido el alimento contaminado (1-90 dias).
Los principales síntomas son:
-Fiebre
-Dolor muscular
-Confusión
-Debilidad
-Vómitos y diarrea
-Tortícolis
-Pérdida del equilibrio
Grupos de riesgo:
La enfermedad afecta de forma más grave en determinados grupos de riesgo como son: mujeres embarazadas ( puede ser peligrosa ya que puede causar aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro).; niños recién nacidos; mayores de 65 años (su sistema inmunitario no tiene tanta capacidad para detectar y eliminar microorganismos perjudiciales para el organismo) y personas inmunodeprimidas como, por ejemplo, las que han recibido un trasplante, están en tratamiento de quimioterapia o sufren alguna enfermedad como cáncer, diabetes, síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), enfermedad renal o hepática.
Esta enfermedad se trata con antibióticos pautados por un médico.
Algunos consejos para evitar contraer esta bacteria son:
-Evitar consumir lácteos sin pasteurizar. Leche cruda (directa de vaca, oveja o cabra sin tratar ni hervir). Quesos blandos hechos con leche no pasterizada
-Lavar muy bien con agua debajo del grifo frutas y verduras (se tienen que lavar, pelar y trocear justo en el momento del consumo), Verduras crudas que no han sido limpiadas y desinfectada
-Germinados crudos
-Evitar carnes y mariscos poco cocinados
-Se aconseja calentar todos los alimentos precocinados muy bien.
-Consumir todos los alimentos preparados lo antes posible sin dejarles días en el frigorífico.
¿EN QUÉ ALIMENTOS SE ENCUENTRA?
La Listeria es una bacteria que se encuentra en un gran número de alimentos. Destaca en las frutas y hortalizas, quesos y otros productos lácteos, productos y preparados cárnicos (salchichas, fiambres, etc...), patés y pescado y marisco ahumados.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y CONTROL
Hay medidas de prevención y control que han de aplicar los consumidores y, por otra, hay llevarlas a cabo en los establecimientos que preparan o sirven comidas (la hostelería: restaurantes, bares, catering, comedores escolares, cocinas de hospital, comedores sociales, etc.).
Los consumidores:
-Cocinar a temperaturas elevadas los alimentos crudos de origen animal, como el pescado y la carne, y no beber leche que no se haya sometido antes a un tratamiento térmico.
-Lavar a conciencia los alimentos que se consumen crudos, como las verduras, hortalizas o las frutas.
-Después de manipular alimentos crudos, lavarse las manos y los utensilios de cocina antes de utilizarlos con alimentos cocinados.
-Conservar los alimentos crudos separados de los cocinados u otros que ya estén listos para consumir.
-Limpiar la nevera de forma frecuente.
-No conservar demasiado tiempo productos de charcutería una vez abiertos.
-Los restos de alimentos y platos precocinados deben recalentarse de manera correcta antes de consumirse.
-Los vegetales que se tengan que consumir crudos se tienen que lavar y/o pelar en condiciones higiénicas justo antes de su consumo. Las verduras crudas se tienen que desinfectar en una solución hipoclorito en dosis indicadas por el fabricado durante 5 minutos.
-Guardar las sobras a la nevera a menos de 4 °C lo antes posible (máximo 2 horas después de su preparación), en recipientes con tapa, y consumirlas antes de que pasen 2 a 3 días. También se pueden congelar el día de la preparación si se tienen que guardar más días.
-Mantener siempre la temperatura de la nevera por debajo de los 4 °C
En hostelería:
- Utilizar procedimientos que eliminen la bacteria, como la pasteurización o la cocción.
- Extremar la limpieza y desinfección de utensilios, maquinaria e instalaciones.
- Evitar la contaminación cruzada.
- No almacenar los alimentos durante largos periodos de tiempo y evitar romper la cadena de frío, que beneficiaría todavía más el crecimiento de la bacteria.
- Incluir el riesgo por contaminación de listeria en el sistema APPCC y llevar un control adecuado.
- Controlar el ambiente, los vectores, filtros, ventilación y residuos.
- Es imprescindible una correcta información en el etiquetado de los productos, así como recomendaciones sobre la temperatura de conservación, su manipulación o la vida útil del producto